¿Qué te llevó a ser diseñadora?
Toda la vida he sido hiperactiva; en mi época adolescente se me complicaba expresarme, así que empecé a dibujar abecedarios, personajes, grafitis, momentos que ocurrían a mi alrededor o lo que sea que pasará por mi mente, además de controlar mi hiperactividad, me permitía el expresarme de una manera más sencilla.
¿Qué es lo que te inspira para crear?
La inspiración llega de muchos lados; de leer, estudiar o de las películas o series que veo. En general, me apasiona el saber cómo funcionan las cosas y si por alguna razón estoy sin inspiración investigo sobre el tema o el sector en el que necesito diseñar y simplemente las ideas empiezan a funcionar.
¿Cómo es tu día típico de trabajo?
¡De locos! Siempre planifico mi día con las actividades a realizar de las 2 empresas que tengo y en medida de lo posible me apego al plan; sin embargo los imprevistos, solicitudes de los clientes o solicitudes de consultorías a veces hacen que las cosas no salgan según lo planeado y que el día sea más largo, aun así, me doy un tiempo para mí, para estudiar al menos una hora por día, para leer o simplemente tirarme al sillón a ver una serie o película.
¿Qué significa para ti ser una mujer latina en la industria del diseño?
Soy Ingeniera en Animación y Diseño, pero la tecnología siempre ha sido una de mis pasiones, así que decidí empezar a estudiar más sobre interfaces, aplicaciones, videojuegos, RA y RV y poco a poco me fui especializando en el tema. Ha sido muy complicado ser diseñadora para el sector de tecnología y creo que es un problema que no sólo las mujeres latinas enfrentamos: la discriminación; cuando inicié había pocas mujeres en el sector tecnológico y el rechazo o menosprecio era cosa de todos los días. No faltaban los que creían que una mujer no sabía nada de tecnología y de cómo funcionaban las cosas, sin contar que los sueldos eran notablemente más bajos que los de cualquier diseñador hombre. Me enfrenté a diferentes retos; a veces algunos de los diseños no se podían realizar en programación y me frustró hasta el punto en el que empecé a dudar de continuar o regresar a mis orígenes de diseño. Decidí dar un paso atrás para ver mejor el panorama y terminé estudiando Ingeniería en Desarrollo de Software para entender mejor los alcances y posibilidades de la programación sobre el diseño. Al entender, ahora sí, todo ese universo de posibilidades con la programación, pude crear mi primera empresa: PSD, Publicidad y Soluciones Digitales, una agencia de publicidad y desarrollo de software. Actualmente, aunque los prejuicios son menos, de una u otra forma nos vemos enfrentadas al mansplaining principalmente y como equipo de trabajo, de pronto te topas con falta de herramientas o tecnología que todavía no está a nuestro alcance tan fácil, sin embargo, más allá de ser un obstáculo, nos da la posibilidad de crear de formas más creativas y de encontrar soluciones de maneras que nadie habría imaginado.
¿Qué sueñas lograr en tu carrera?
Siempre he pensado que, si no compartes el conocimiento, no sirve de nada; uno de mis grandes sueños es compartir mi experiencia con todas las personas que pueda y sobre todo; que el conocimiento sea accesible para todo aquel con ganas de aprender, ya sea para abrir una empresa, mejorar su perfil laboral o simplemente con las suficientes ganas de obtener conocimiento nuevo. Con este pensamiento en mente, fundé Kaans Latam, una academia de innovación cuya meta es crear la comunidad de aprendizaje más grande de Latinoamérica. Suena loco, ¿no? Pero no sé, el tiempo lo dirá.
¿Qué consejos darías a aquellas mujeres latinas que quieren entrar en la industria del diseño?
Que no se arrepientan nunca del camino que tomaron; que se diviertan creando, NUNCA paren de aprender y, sobre todo, que confíen en sí mismas porque eso hará que todo fluya mejor: las ideas, la creatividad, la imaginación, las soluciones y esa será la clave para que todo lo que hagan tenga mayor impacto. Los pasos que se dan para atrás son para reflexionar, tomar el impulso y continuar. La frustración es una situación constante, pero la satisfacción te mantiene en pie y te hace subir cada día un escalón más. Ser mujer en el diseño y la tecnología en Latinoamérica es un orgullo que debemos portar con la cabeza en alto sin importar qué. Nunca vendan su trabajo barato sólo por obtener remuneración rápida, a veces la vida nos pone pruebas muy complicadas, pero lo que siempre tendrás contigo es a ti misma, así que valora todo lo que has aprendido y lo que te ha costado llevar a la práctica, el tiempo te dará la razón, te doy mi palabra.